La nación iraní siempre está lista para hacer fracasar a cualquier agresor e invasor, y bajarle los humos
En la víspera del próspero aniversario del nacimiento de la inmaculada Fátima az-Zahra, la hija del Profeta Muhammad (la paz sea con ambos), miles de panegiristas y vates se reunieron con el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei Líder de la Revolución Islámica en la Hussainiyah del Imam Jomeini, y recitaron algunas de sus elegías para la familia del Profeta impregnando el lugar con la fragancia de sus composiciones que hablaban sobre las virtudes de la hija del Profeta (P).
Durante el encuentro, el Ayatolá Jamenei dijo que el estado espiritual y la grandeza moral de la inmaculada Fátimah az-Zahra (la paz sea con ella) excede los límites del entendimiento humano, y agregó: «el elevado estatus de la hija del Gran Profeta debe ser escuchado y aprendido de Dios Omnipotente y de Sus Mensajeros, tal como el Profeta la describió con la sublime expresión ''la señora de las mujeres del Paraíso'', y los musulmanes —tanto chiitas como sunitas— concuerdan en la veracidad de este relato».
Su Eminencia señaló el nombramiento del aniversario del nacimiento de Su Santidad Fátimah az-Zahra (la paz sea con ella) como el «Día de la Mujer», diciendo que en la lógica islámica, las mujeres disfrutan de un marco completo [para su desarrollo], y reiteró: «la mujer musulmana es un ser que disfruta de un crecimiento en su fe, castidad, espiritualidad y conocimientos; además, es influyente en la sociedad, administradora de la familia y fuente de paz de los hombres. Asimismo, posee características femeninas como la delicadeza y la disposición a recibir rayos de luz divina».
El Líder de la Revolución Islámica dijo que los modelos a seguir de las mujeres musulmanas son las grandes personalidades como la inmaculada Fátimah az-Zahra y Jadiyah al-Kubra, la primera esposa del Profeta, y agregó: «en contraste con el modelo islámico [de las mujeres] está el pervertido modelo del rol occidental, que en vez de las cualidades sobresalientes y grandiosas de las mujeres musulmanas, tiene características como la desnudez y la seducción y [está hecho en función de] complacer a los hombres».
Su Eminencia dijo que obligar a los hombres a vestirse y animar a las mujeres a estar cada vez más desnudas en las reuniones oficiales de Occidente es un ejemplo de cómo en Occidente a las mujeres se les encamina hacia el abandono y el libertinaje, y enfatizó: «hoy, las mujeres occidentales son la manifestación del consumo, el maquillaje y exhibición ante los hombres y una herramienta para la excitación sexual».
El Ayatolá Jamenei describió los temas de «igualdad de género» en los discursos occidentales como superficiales y carentes de veracidad. Además, señaló que un gran número de mujeres occidentales de alto rango han reconocido en los últimos meses haber sido víctimas de abuso y violencia en sus ambientes de trabajo, y agregó: «a través del hiyab, el Islam ha cerrado la puerta a este punto de ''diversión''; por lo tanto, el hiyab islámico es un medio para la inmunidad de las mujeres, no su restricción», enfatizó.
Su eminencia destacó que son las mujeres iraníes quienes portan la bandera de la identidad y la independencia cultural, y agregó: «al preservar su hiyab, las mujeres iraníes declaran su identidad e independencia cultural al mundo y anuncian esta nueva declaración de que las mujeres pueden tener una presencia activa y eficaz en los círculos sociales salvaguardando su hiyab y su castidad, y previniendo la explotación de hombres desconocidos y ambiciosos».
El Líder de la Revolución Islámica criticó a quienes menosprecian la institución familiar y pretenden que «la igualdad sexual significa que las mujeres estén presentes en cualquier escenario donde haya hombres», y señaló que este esfuerzo es una traición a las mujeres y a su santidad y personalidad, agregando: «las mujeres son respetables y nadie está en contra de su presencia en los círculos sociales y de que estudien ciencias y asuman responsabilidades».
«Es un éxito de la Revolución Islámica que hoy las mujeres iraníes se encuentren entre las mejores científicas y personalidades de la cultura, porque este no era el caso antes de la Revolución, habiendo [en esa época] un número muy limitado de mujeres destacadas en los círculos culturales y científicos», enfatizó.
El Ayatolá Jamenei describió a la mujer como la administradora y el eje de la familia, y dijo que la responsabilidad y el deber más importante de las mujeres es su maternidad, su condición de esposas y el generar paz en la familia. Su eminencia exhortó a las mujeres iraníes a «mantener y reforzar los conceptos islámicos y los marcos coránicos sobre las mujeres y mantenerlas alejadas de la plagas como los excesos, las rivalidades negativas y seguir el ejemplo de las mujeres occidentales desviadas».
A continuación, se refirió a los cuarenta años de incesantes conspiraciones enemigas contra la nación iraní y al mismo tiempo el crecimiento diario y el progreso del árbol virtuoso de la Revolución como una fuente de orgullo y un signo de la gracia de Dios, y agregó: «desde hace un tiempo, los enemigos de Irán se han reunido con grupos de expertos y urdido complots durante los últimos tres meses, de modo que, en su propia suposición, acabarían con la República Islámica en este mes de marzo».
«Habéis visto cómo la gente les respondió en el 22 de diciembre, el 20 de enero, el 21 de enero y el 19 de febrero [cuando se volcó a las calles a protestar en contra de las conspiraciones enemigas], pues la nación iraní siempre está lista para hacer fracasar a cualquier agresor e invasor y bajarle los humos».
Luego enfatizó que todos, incluidos los enemigos de Irán, son conscientes de la solidez del país y su confianza en el pueblo y la juventud, y en el camino del gran fundador de la República Islámica, el Imán Jomeini, por lo que han ampliado las dimensiones y objetivos de sus planes para atacar la identidad independiente y cultural de las mujeres musulmanas, a saber, el tema del hiyab».
El Ayatolá Jamenei señaló la extensa propaganda enemiga y los enormes gastos para tener un impacto negativo en el tema del hiyab, diciendo: «invirtieron tanto dinero, pensamiento y propaganda para que unas pocas chicas fuesen engañadas y se quitasen el pañuelo aquí y allá, y todas sus esfuerzos se resumieron en este resultado trivial y mezquino lo que no es un problema; sin embargo, lo que me alarma es la cuestión del hiyab obligatorio para algunas de los seleccionadas».
«Este grupo de personas, que incluye periodistas, así llamados ''intelectuales'' y religiosos con turbante, están siguiendo la misma línea que el enemigo no logró llevar a buen término después de todos sus gastos y, si Dios quiere, lo han hecho inconscientemente», reiteró.
El Líder de la Revolución Islámica desestimó las afirmaciones de esta gente sobre que la fetua del difunto Imam sobre el hiyab no incluía a todas las mujeres, diciendo: «esta declaración es incorrecta, porque estábamos presentes en aquellos días y sabemos que el gran Imam, como ante cada mal, se mantuvo firme contra este vicio descarado, que había sido establecido por los Pahlavis y sus cómplices, y dijo que debe existir el hiyab».
El Ayatolá Jamenei dijo: «[en el Islam] no hay una cosa ilícita «pequeña» o «grande», lo que es ilícito para la religión no se debe llevar a cabo abiertamente, porque el legislador islámico ha obligado al gobierno a impedir la ejecución pública de lo ilícito».
Su Eminencia desestimó los comentarios de algunos individuos sobre que el hiyab debería ser una elección [personal], diciendo: «esto se puede decir acerca de todos los pecados sociales; es como decir que las ventas de bebidas alcohólicas deben ser legalizadas y las personas pueden beber o no según su propia voluntad. ¿Es correcto decir esto?
El Ayatolá Jamenei manifestó: «estamos orgullosos del hiyab de las mujeres iraníes y de que ellas hayan logrado alcanzar los más altos rangos científicos y culturales, y tengan presencia social efectiva con hiyab islámico y al mismo tiempo administren el hogar y cumplan con sus deberes conyugales».
«Es un gran error que algunas personas busquen eludir la ley para crear un deseo falso y desviado de la cultura occidental», enfatizó.
Sobre el mismo tema, criticó algunas de las medidas erróneas en el campo de las políticas demográficas y educativas, diciendo: «cualquier violación de las políticas islámicas debe ser detenida y los funcionarios deben avanzar en los asuntos de manera que los objetivos del Islam se cumplan, no los objetivos de los enemigos».
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